La paradoja de Epicuro
Al sopesar tanto la extensión como la profundidad del sufrimiento en el mundo, ya sea debido a la inhumanidad del hombre, o a los desastres naturales, es imposible no haber considerado en algún punto ser ateo. Podríamos plantearnos cuestionamientos como, ¿por qué Dios permite que haya tanto sufrimiento humano? O, ¿por qué Dios deja que las personas malvadas logren sus cometidos? Este problema del mal es, sin duda, uno de los mayores motivos para no creer en la existencia de un Dios perfectamente bueno. Ahora bien, ¿es posible que podamos asegurarnos de que un Dios bondadoso y omnipotente no existe? Epicuro formuló este argumento de forma muy esquematizada. Acompáñame a verlo.