Recuerdo el día que visité una pequeña aldea llamada Monja Blanca, Alta Verapaz, un lugar hermoso, rodeado de campos verdes y montañas imponentes. Sin embargo, detrás de su aparente belleza, existe una triste realidad que afectaba a muchos de sus habitantes: la desnutrición crónica.
En esta aldea vivía una niña de cuatro años con un pequeño cuerpo que refleja los estragos de la desnutrición, su nombre era María. Su cabello era opaco y quebradizo, su piel se veía pálida y sus ojos tristes. María no podía correr ni jugar como los otros niños de su edad a causa de su debilidad física.
Pedro, el padre de María, trabajaba duro todos los días en el campo para llevar comida a casa. La falta de recursos y las malas condiciones climáticas hacían que sus esfuerzos fueran insuficientes. A menudo, sólo tenían tortillas y frijoles para comer, lo cual no proporciona los nutrientes requeridos para que María crezca y se desarrolle adecuadamente.
La desnutrición es un grave problema en Guatemala, especialmente en el departamento de Alta Verapaz. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019, más del 50% de la población del departamento padecía de desnutrición crónica. Una cifra sumamente preocupante, ya que Alta Verapaz es una de las regiones más ricas en términos de recursos naturales, pero a su vez, una de las más pobres en cuanto a calidad de vida de la población respecta.
Las causas de la desnutrición son múltiples, aunque se pueden resumir en:
- Falta de acceso a una alimentación adecuada y equilibrada
- Falta de acceso a servicios de salud
- Falta de educación en nutrición
- Falta de acceso a agua potable y saneamiento básico.
La mayoría de las comunidades indígenas y rurales del departamento padece este problema.
“Podríamos decir que Alta Verapaz es uno de los departamentos más extensos de Guatemala y al mismo tiempo, uno de los más pobres.”
Un gran número de niños y adultos altaverapacenses padecen desnutrición crónica. Una enfermedad que pone en riesgo su vida, así como impide que lleven una vida plena y saludable. Además, la falta de educación es otro problema que afecta gravemente a la población de Alta Verapaz.
¿Qué es la desnutrición crónica?
En términos generales, la desnutrición crónica es una enfermedad que ocurre cuando una persona no consume la cantidad suficiente de alimentos nutritivos. Esto puede deberse a la falta de recursos económicos, a la falta de acceso a servicios de salud, o a la falta de información sobre nutrición. En Alta Verapaz, afecta a niños y niñas, lo que implica que no puedan desarrollarse a nivel físico y cognitivo.
Por otra parte, el acceso a educación de calidad por falta de infraestructura, escasez de docentes capacitados y la falta de recursos afectan a la niñez de Alta Verapaz. Esto significa que estos niños y niñas tienen menos oportunidades para asistir, aprender y mejorar su calidad de vida.
En Guatemala, la desnutrición crónica es un problema grave y persistente que afecta a miles de personas, especialmente a niños pequeños. La prevalencia de la desnutrición crónica en niños menores de cinco años en Guatemala es la más alta de toda América Latina y el Caribe. Las causas son una combinación de factores, incluyendo la pobreza extrema y la falta de acceso a alimentos nutritivos, servicios de salud y educación.
Otro aspecto a considerar en la problemática es la palma africana en el área, ya que ejerce una presión adicional sobre la desnutrición crónica. Muchas comunidades indígenas han sido expulsadas de sus tierras para dar paso a tales plantaciones. Dichas tierras solían ser utilizadas para la agricultura de subsistencia, lo que permitía a las familias cultivar sus propios alimentos y asegurarse de tener una dieta variada y rica en nutrientes.
Además, las plantaciones de palma africana utilizan grandes cantidades de pesticidas y herbicidas que contaminan los ríos y arroyos cercanos. Las comunidades locales a menudo consumen agua contaminada con estos productos químicos, lo que contribuye a la desnutrición y otros problemas de salud y de medio ambiente.

Asimismo, muchos proyectos hidroeléctricos utilizan grandes cantidades de agua, lo que puede afectar las fuentes de agua locales y la disponibilidad de agua para riego y consumo humano. Esto genera un impacto negativo en la nutrición de los niños y niñas, quiénes necesitan agua limpia y segura para su desarrollo. Las hidroeléctricas están controladas por grandes empresas que no proporcionan empleo a las comunidades locales ni invierten en la educación. Esto agrava la situación de la desnutrición crónica en la región.
“Muchas de estas hidroeléctricas han sido construidas sin el consentimiento de las comunidades indígenas locales y han provocado la pérdida de tierras y recursos naturales importantes para su supervivencia”.
La construcción de estos proyectos también ha tenido un impacto negativo en la seguridad alimentaria de las comunidades locales, ya que han sufrido la pérdida de fuentes de agua y suelos fértiles, lo que dificulta su capacidad para producir alimentos.
No dejemos de lado los fenómenos naturales. Después del desastre causado por las tormentas tropicales Eta e Iota en noviembre de 2020, la situación de la desnutrición, empeoró aún más en Alta Verapaz, siendo una de las regiones más afectadas.
Datos importantes
- Alta Verapaz cuenta con la tercera mayor cantidad de habitantes según cifras del INE, por detrás de Guatemala y Huehuetenango. Al menos 1 millón 381 mil guatemaltecos viven en este departamento. Asimismo, tiene altos índices de inseguridad alimentaria, lo que coincide con la información presentada por organizaciones no gubernamentales que trabajan en la zona
- En Guatemala, el 50% de los menores padece desnutrición crónica. La desnutrición infantil sitúa a Guatemala como el país número uno en Latinoamérica y el sexto en el mundo. De acuerdo con Médicos del Mundo, la malnutrición afecta especialmente a los niños y niñas menores de cinco años. Se estima que más de cuatro millones de personas carecen de acceso a una alimentación adecuada.
“La culpa del Gobierno de Guatemala en esta situación es innegable”
El Gobierno ha fallado en garantizar el acceso a alimentos nutritivos para las personas más vulnerables del país. A pesar de que la legislación guatemalteca reconoce el derecho a una alimentación adecuada, este derecho no se cumple. Además, la corrupción generalizada en el gobierno ha obstaculizado los esfuerzos para combatir la desnutrición crónica. Los fondos destinados a programas de nutrición a menudo se canalizan hacia fines ilícitos, en lugar de ser utilizados para ayudar a las personas necesitadas. Esto ha demostrado ser un obstáculo importante para la lucha contra la desnutrición crónica en el país.
El desempeño del programa de Giammattei en relación con la desnutrición aguda ha sido positivo. Según la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN), en los primeros tres años del programa se registraron: 27,913 casos de desnutrición aguda en 2020, los cuales bajaron a 20,806 en 2022 y hasta el 1 de julio de 2023 se han reportado 14,180 casos. Sin embargo, la cantidad de niños fallecidos debido a la desnutrición sigue siendo inaceptable con 220 decesos en los tres años del programa y 19 reportados hasta el primero de julio de 2023.

Durante los tres años de gobierno de Alejandro Giammattei se han registrado 220 muertes de niños y niñas debido a la desnutrición en Guatemala. Lamentablemente, cada año la cifra reportada por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) ha aumentado.
El fallido discurso de Alejandro Giammattei:
“Los niños con desnutrición son mi faro y mi guía. Esto es personal, no me voy a detener hasta que acabemos con la desnutrición”
Voy a luchar contra la maldita corrupción, si nosotros vemos las ofertas electorales del mismo partido y lo comparamos con lo que hicieron en gobierno. Disculpen señores, pero nos están viendo la cara y no lo vamos a permitir.
— Alejandro Giammattei (@DrGiammattei) June 20, 2019
El actual presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, ha prometido abordar la corrupción en su gobierno. Sin embargo, su administración ha sido criticada por la falta de transparencia y la falta de acción para abordar los problemas de corrupción en el país.

Opinión
Considero que para generar un cambio real en la lucha contra la desnutrición se necesita que todos los actores involucrados trabajen juntos. Desde las autoridades locales y nacionales deben tomar medidas para mejorar el acceso a servicios básicos, hasta las organizaciones no gubernamentales que deben implementar programas, proyectos de nutrición y salud, todos tienen un rol importante en este desafío.
Es alarmante que nuestro país tenga una de las tasas más altas de desnutrición crónica infantil en América Latina y esto no puede seguir siendo ignorado. La desnutrición crónica afecta principalmente a nuestros niños y niñas menores de cinco años y se debe principalmente a la pobreza, la falta de acceso a alimentos nutritivos y la falta de acceso a servicios de salud adecuados.
Como sociedad, no podemos permitir que esto siga sucediendo. Es nuestra responsabilidad asegurar que nuestros niños y niñas tengan acceso a los alimentos nutritivos y a la atención médica que necesitan para crecer sanos y fuertes.
Es momento de que tomemos medidas concretas para frenar la desnutrición. Necesitamos trabajar juntos para abordar la pobreza y promover el acceso a alimentos nutritivos y servicios de salud adecuados. También, necesitamos aumentar la conciencia pública sobre la importancia de una nutrición adecuada y la prevención de la desnutrición. No podemos seguir ignorando este grave problema. Debemos actuar ahora para asegurarnos de que nuestros niños y niñas tengan un futuro saludable y próspero.
Insisto que es necesario que el Gobierno de Guatemala asuma la responsabilidad de frenar la desnutrición crónica en el país. Se requiere una estrategia multidisciplinaria y sostenible que aborde los múltiples factores que contribuyen a la desnutrición crónica. El gobierno debe ofrecer servicios de salud y educación de calidad y mejorar la seguridad alimentaria.
Recomendación a seguir
- Mayor inversión en programas y políticas de nutrición, especialmente en la promoción de una alimentación saludable y nutritiva para toda la población. Esto incluye la promoción de la alimentación complementaria y la lactancia materna exclusiva en los primeros meses de vida de los niños, la implementación de jardines escolares comunitarios, el acceso a agua potable, saneamiento básico, entre otros
- Involucrar a la comunidad, fomentando la participación activa en la implementación de políticas y programas de salud y nutrición, promoviendo la educación y la conciencia sobre la importancia de una alimentación adecuada y equilibrada
- Implementar medidas urgentes para abordar la desnutrición crónica infantil. Garantizar que las familias locales tengan acceso a alimentos saludables y nutritivos. También que las comunidades locales tengan un papel activo en el desarrollo de proyectos energéticos y que se respeten sus derechos y necesidades
- Por último, es necesario generar un compromiso real de todos los actores involucrados y especialmente de los líderes y autoridades locales, quienes tienen la responsabilidad de garantizar el bienestar de su población. Solo a través de una acción conjunta, sostenida y coordinada, podremos garantizar un futuro más saludable y nutritivo
En conclusión, la clave para frenar la desnutrición crónica en Guatemala es el compromiso del Gobierno para garantizar que todas las personas tengan acceso a los alimentos nutritivos y los servicios de atención médica y educación necesarios. Se requiere un esfuerzo concienzudo del Gobierno para abordar los múltiples factores que contribuyen a este problema y garantizar que se implementen políticas sostenibles y efectivas.
“Si el gobierno actúa con determinación y decisión, se puede lograr un cambio real en la situación de la desnutrición crónica en Guatemala, proporcionando una alimentación saludable y equilibrada a nuestros niños y niñas, garantizando así un futuro lleno de oportunidades y éxito para todos y todas".