"Deberías de tomar estos medicamentos, a mí me funcionaron muy bien"
Todos, sin excepción, hemos escuchado esta famosa y desafortunada frase proveniente de algún amigo o persona cercana a nuestro núcleo familiar. Es completamente alarmante el número de veces en que hemos seguido indicaciones y consejos farmacéuticos provenientes de personas que carecen de la preparación adecuada para recetar medicamentos y sobre todo de los conocimientos necesarios para comprender los complejos procesos salud-enfermedad en los seres humanos.
“El Doctor dijo que el tratamiento era por 10 días, pero como ya no me siento mal, no es necesario que lo termine”
Es común que tras una visita al médico, luego de haber obtenido un diagnóstico oportuno, este proporcione una receta con los medicamentos y las instrucciones necesarias para restablecer la salud del paciente que acude al servicio hospitalario, pero este mismo paciente decide abandonar el tratamiento sin haber seguido las instrucciones ni haber transcurrido la cantidad de días indicados por el profesional de la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de la mitad de todos los medicamentos existentes en el mundo se prescriben, distribuyen o venden de manera inadecuada, además, alrededor del 50% de las personas que buscan atención médica no se adhieren a los tratamientos indicados por los profesionales de la salud.
Es bien sabido que en los países en vías de desarrollo la problemática de automedicación está determinada por variedad de factores personales, sociales, económicos, políticos y culturales. Particularmente en el caso de Guatemala, todo esto se lleva a cabo dentro de un contexto de mala gobernanza, corrupción, inoperancia, inadecuada distribución de recursos, falta de planificación y un inminente fracaso de los sistemas de salud por satisfacer las necesidades mínimas de su población.
Además, a todos estos “determinantes de la salud” se suman los intereses económicos y políticos de las grandes industrias farmacéuticas, que constantemente se encuentran ejerciendo presiones para desregularizar los medicamentos y que estos pasen de necesitar una prescripción médica para ser adquiridos a venderse a cualquier persona sin la necesidad de una receta, lo que es conocido como “medicamentos de venta libre”, poniendo en riesgo la salud de millones de personas y agravando el ya existente problema de automedicación en el mundo.
Tomar medicamentos, sin receta, para cualquier padecimiento se ha convertido en un hábito dentro de la sociedad Guatemalteca. Los devastadores efectos de esta práctica son para muchos desconocidos y no se le da importancia y atención necesaria a lo que será el mayor reto en materia de salud para el mundo en los próximos 50 años: La resistencia antimicrobiana (RAM).
Resistencia antimicrobiana: ¿A qué nos estamos enfrentando?
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) ocurre cuando las bacterias, virus, hongos y parásitos que todos conocemos cambian a través del tiempo y van dejando de responder a los medicamentos que antes eran eficaces para eliminarlos. En palabras más sencillas, se podría decir que debido a malas prácticas como lo son la automedicación, la falta de adhesión a los tratamientos farmacológicos o errores en la prescripción médica; medicamentos como los antibióticos se han vuelto ineficaces, por lo que las infecciones y enfermedades son cada vez más difíciles e imposibles de tratar.
Resistencia antimicrobiana: ¿qué nos espera?
Las enfermedades farmacorresistentes producto de la resistencia antimicrobiana causan actualmente 700.000 muertes al año en todo el mundo. Sin embargo, se pronostica que de no empezar a tomar medidas sanitarias más drásticas y estrictas en esta problemática, la cifra de muertes por año podría aumentar a 10 millones para 2,050, convirtiendo a la resistencia antimicrobiana en la principal causa de muerte en el mundo superando al cáncer, muriendo una persona cada tres segundos por resistencia a antibióticos
Los impactos de la resistencia antimicrobiana (RAM) han sido ampliamente estudiados y proyectados para el año hasta 2050, entre ellos podemos mencionar los siguientes:
- 10 millones de muertes por año (superando al cáncer).
- 100 mil trillones de dólares perdidos por la economía global.
- Disminución de 3.5% del producto interno bruto global.
- 28 millones de personas serán desplazadas bajo la línea de pobreza.
- Reducción de 3.8% de las exportaciones a nivel mundial
- 1 trillon de dolares en costos sanitarios adicionales
Resistencia antimicrobiana: Puntos clave
A pesar de que la resistencia a los antimicrobianos es un proceso que ocurre naturalmente con el tiempo, generalmente a través de cambios genéticos, todas las malas prácticas previamente mencionadas favorecen a la aparición de enfermedades farmacorresistentes en el planeta y a la muerte innecesaria de millones de personas.
Las acciones principales para contribuir a la contención de la resistencia a los antimicrobianos son la prescripción adecuada de medicamentos, la educación comunitaria para comprender la importancia y dimensión de la resistencia antimicrobiana y las enfermedades farmacorresistentes, la vigilancia de la resistencia y de las infecciones asociadas a la atención en salud, y el cumplimiento de la legislación sobre uso y dispensación de medicamentos en especial los denominados antimicrobianos.
Todos los desafíos que plantea la resistencia antimicrobiana deben abordarse de manera integral y colectiva con los objetivos principales de reducir la mortalidad, minimizar la morbilidad y evitar las pérdidas económicas resultantes.
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David Molina
Estudiante de Medicina en Universidad de San Carlos de Guatemala. Entre mis intereses se encuentran. Salud Pública, Epidemiología y la administración de los servicios de salud. Comprometido con un modelo de salud que involucre: salud humana, sanidad animal y la preservación del medio ambiente que compartimos todos (One Health)