El autor de esta columna dejará pausada las críticas y opiniones de cintas animadas. Hoy hablamos de Hustle, una película donde Adam Sandler muestra su talento actoral en Netflix por segunda ocasión, pero mejor.
La primera vez que Sandler mostró su talento más dramático en Netflix fue en “Diamantes en bruto”.
Thriller policial de los directores Josh y Benny Sadie. Fuente: Netflix
Hustle (Garra fue el nombre dado en español) es producida por LeBron James y el propio Sandler. Fue dirigida por Jeremiah Zagar y los guionistas fueron Taylor Materne y Will Fetters. Un agregado que a muchos fanáticos del baloncesto de seguro les encantará será la inclusión de muchos jugadores y exjugadores de la NBA en la cinta.
Aunque no veremos actuaciones tan torpes, planas y unidimensionales como LeBron James y Michael Jordan en las películas de Space Jam.
Sandler sale de su zona de confort sin perder su esencia de la comedia, algo muy parecido (aún lejano) a lo hecho por Jim Carrey y Robin Williams en tragicomedias fílmicas.
Garra es un drama deportivo que juega con elementos contemporáneos de la tecnología y la diversidad de los idiomas para refrescar una temática muy gastada como son: las películas de deporte.
La película se mueve entre clichés deportivos y explora un terreno interesante. Clint Eastwoor en 2012 hizo algo similar con el film “Trouble with the curve” (Curvas de la vida en español) junto a Amy Adams y Justin Timberlake.
Hace 9 años se estrenó el trailer de “Trouble with the curve”. Fuente: Warner Brothers Pictures.
No verás un partido completo en toda la cinta y eso ya lo mueve del montón de películas de deporte, donde usualmente se trata de ganar un campeonato o lograr un pase a una mejor división, u otra variante.
Hustles trae un Sandler maduro, pero con vestigios de sus gustos personales por el baloncesto visto en la primera parte de “Son como niños” y “Golpe bajo”. Se agrega una visión más desarrollada y auténtica del actor, alejado de los prototipos hollywoodenses
Sinopsis
Stanley Sugerman es un reclutar de nuevos talentos para el equipo de baloncesto al que ha dedicado 30 años de su vida.
Un cazatalentos encuentra una estrella extranjera que será de valor para el equipo, pero los directivos no saben que lo lleva a los Estados Unidos. Fuente: Netflix
El sueño de juventud de Sugerman era ser jugador profesional en la NBA, ahora anhela ser entrenador. Sin embargo, un par de tragedias detienen ambos deseos.
En un viaje casi obligado, pero fortuito, Sugerman se topa en España con el jugador callejero Bo Cruz, quien trabaja en la construcción para mantener a su madre y su hija Lucía.
Sugerman hará de todo para que Cruz sea un profesional en la NBA. Sin embargo, Cruz deberá aprender a ser un jugador de calidad en los momentos de presión.
Tres lecciones
Algo que verás son muchas escenas de entrenamiento y conversaciones que construyen el discurso de la película.
Sugerman es “el roble” que mantiene la cinta y el soporte emocional que necesitaba Cruz para ser un mejor ser humano y un excelente jugador. Stanley Sugerman es un gran padre y esposo que tiene sueños frustrados, pero lucha por no abandonarlos. Por ello, veremos a Sandler en el papel de Sugerman decir las siguientes frases llenas de significado:
- Debes ser un témpano flotando en el agua, firme, y hundiendo barcos
Seguramente, ante la presión social y las expectativas de la familia, los amigos, la cultura y ahora también, en las redes sociales, se ha vuelto cada vez más difícil ser auténtico.
A pesar de las críticas y las batallas perdidas, debemos continuar firmes en el mismo objetivo.
Recibirás insultos, decepciones, caídas, fallas y todo lo malo, pero eso te hará más fuerte.
La obsesión siempre vence al talento
La meritocracia es un mito. Esforzarte más no asegura una entrada hacia el éxito. Bo Cruz es el jugador que más se exige, pero eso no basta.
Lo que sí importa es mantener la pasión por aquello por lo que luchas. Cruz tenía su inspiración en su familia, ¿cuál es la tuya?
Habrá cientos y miles mejor que vos, con mejores capacidades y hasta mejores “conectes”, pero eso no debería derrumbarte.
Eres tú contra ti mismo
Muchas veces Sugerman le repite a Cruz que la batalla no es contra otros jugadores y equipos, sino contra sí mismo.
Muchas veces, nosotros somos nuestro principal enemigo. Nos autoboicoteamos por falta de confianza y miedo tanto al fracaso como al rechazo.
Si has llegado hasta este punto, todo esfuerzo vale la pena porque con cada error te haces más fuerte y resistente.
Lucha por tus sueños. Al principio, no entenderás cuál es la meta. Pero encontrarás la chispa que ilumine tu camino.
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Gabriel Morales
Estudiante de maestría en comunicación e Identidad corporativa con especialidad en periodismo por USAC y UNINI México.