Gobernanza y gobierno digital, ¿por qué nos deben importar?

Encontrándonos a menos de 70 días de los comicios, empezamos a escuchar las propuestas de campaña de los binomios presidenciales. Las ancestrales causas que han fomentado la victoria de gobiernos se vuelven a manifestar: El combate a la corrupción y a la desnutrición, mejoramiento de la red vial, pena de muerte, lucha contra el narcotráfico, etc. Sin embargo, a estas conocidas propuestas se suma una más, la cual, en los últimos años, ha obtenido protagonismo en gobiernos de Asia, Sudamérica y África. El denominado “Gobierno digital”.

Gobierno Digital:

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); define al gobierno digital como: “El uso de las tecnologías digitales como parte integral de las estrategias de modernización de los gobiernos con el fin de crear valor público. Esto se basa en un ecosistema de gobierno digital constituido por los actores estatales, organizaciones no gubernamentales, empresas, asociaciones de ciudadanos y personas encargadas de la producción y acceso a los datos, servicios y contenidos a través de interacciones con el gobierno”. De esta conceptualización cabe destacar los elementos clave de un gobierno digital.

La utilización de las tecnologías digitales sería el eje central del gobierno para poder ofrecer servicios a la población. Las colas en los registros se convertirían en accesos independientes desde computadoras personales a los sitios del gobierno. Esto generaría eventualmente una percepción de satisfacción por parte de los ciudadanos respecto al actuar y desempeño de sus gobernantes (valor público). Y a largo plazo, el diseño y mantenimiento de esas plataformas generaría empleos en sectores cada vez más importantes dentro de nuestra sociedad, como lo es el área informática. 

Esta idea, del gobierno digital, ha sido utilizada dentro de las campañas políticas del 2023. La promesa de gobierno electrónico como una forma de evitar la corrupción de los funcionarios y empleados públicos. Los partidos prometen la utilización del Gobierno electrónico para evitar la discrecionalidad y corrupción de los trámites administrativos. Sin embargo, los mismos no ahondan en el ¿Cómo? A su vez, debemos mencionar que muchos tienden a mezclar dos términos diferentes. El gobierno digital o electrónico, con la gobernanza digital.

Gobernanza Digital:

La gobernanza digital puede ser entendida como: El conjunto de actores, políticas, recursos y las relaciones que buscan lograr las políticas a aplicar para obtener un gobierno digital. Esta gobernanza logra retirar las barreras institucionales arcaicas y desarrollar los andamiajes sobre los cuales descansara el gobierno digital.

De acuerdo con la Comisión Económica de América Latina y el Caribe -CEPAL- de Naciones Unidas, existen cuatro finalidades de la gobernanza digital:

Este punto es sumamente importante. No solo se debe hablar de realizar políticas de gobernanza digital, sino que los gobiernos de los países deben asegurar que, los objetivos de sus planes de gobierno deben ir al unísono con el gobierno digital. En el caso de Guatemala, es necesario que se acompañe la ideal del gobierno digital con una inversión nacional en la infraestructura que permitirá llevar dicho gobierno a todas las áreas del país, caso contrario causaríamos mayor ostracismo y marginación en el interior.

Un claro ejemplo de ello fue durante la pandemia del COVID 2019 en Guatemala. La solución por parte del gobierno central fue llevar la educación al área digital. Pero esto no produjo los resultados esperados, muchos niños y jóvenes no contaban con las tecnologías ni medios económicos para sustentar esa educación a distancia. A largo plazo, podemos evidenciar que, mas de ochenta mil estudiantes debieron dejar sus estudios por la imposibilidad que tuvieron de mantenerlos en esas épocas. No hubo por ende concordancia entre la realidad y el plan planteado para abordar ese problema.

Esto se basa en la necesidad de conocer los problemas desde la perspectiva del usuario. Se requieren aquí la realización de diálogos para poder conocer las políticas que serán de interés para aplicarlas y centrarse en las de mayor necesidad.

No solo se trata de promesas e inversión. Se trata de realizar un plan donde se consideren todas las variables y eventualidad que corresponderán a implementar, operar y dar mantenimiento al sistema digital de gobierno.

Aquí corresponderá a realizarse compras limpias mediante el sistema ya establecido de Guatecompras, para poder evitar un libramiento de Chimaltenango digital.

Mediante estos resultados, podríamos obtener empleo, inversión en infraestructura, una mejor calidad de vida por no tener que estarnos moviendo de un lado a otro para realizar trámites y un ahorro en el bolsillo de todos los guatemaltecos.

Guatemala en el ranking mundial.

Y si bien esto suena como una situación idílica en nuestro país, no debemos alejarnos mucho para encontrar países en condiciones similares que ya han decidido abordar el reto y están obteniendo resultados sumamente positivos. Naciones Unidas realiza una Encuesta sobre el desarrollo del Gobierno Electrónico a sus 193 miembros de forma anual. La finalidad de esta encuesta es tener valores medibles respecto al desempeño de cómo los países miembros prestan servicios digitales y participan con los usuarios en línea sobre sus labores públicas.

Para realizar dicha encuesta se usa una serie de diferentes indicadores:

Con esos indicadores y a través de una formula, se calcula el “Índice de Desarrollo de Gobierno electrónico”.

Al comparar los resultados de dicha encuesta a nivel Centroamérica podemos realizar un ranking de gobierno digital:

 

País

Índice de Desarrollo de Gobierno Electrónico

E-GDI

Ranking Mundial

Costa Rica

Muy Elevado

0.7659

56

El Salvador

Elevado

0.5519

117

Guatemala

Elevado

0.5111

126

Nicaragua

Medio  

0.5032

130

Honduras

Medio  

0.394

155

Nuestro país a nivel Centroamérica se ubica en un punto medio, respecto al índice de desarrollo de gobierno electrónico. Sin embargo, a nivel internacional, nos ubicamos debajo de la media.  A diferencia nuestra, Costa Rica puntea alto ubicándose en el escalafón más desarrollado. Tanto en nivel centroamericano, como a nivel global. Por ende, Guatemala tiene mucho campo que poder cubrir.

Nuestras incursiones en la gobernanza digital:

La Gobernanza y el gobierno digital en Guatemala nos han brindado pocas pero importantes victorias.  Una de ellas la vimos reflejada en el Decreto Ley 5-2021, Ley de Simplificación de tramites administrativos. La cual a su vez creó a la Comisión Presidencial de Gobierno Abierto y Electrónico. A través de este complejo legal se buscó la simplificación y digitalización de los procesos llevados a cabo ante las dependencias del organismo ejecutivo. 

Otro ejemplo de Gobernanza Digital fue el Catálogo Nacional de Trámites, mismo al cual se puede acceder mediante el link: https://tramites.gob.gt/ y el cual, contiene un catálogo en constante actualización de los trámites y procesos que se deben de realizar a través de las diferentes instituciones del gobierno. Este cuenta, a la fecha, con 1386 trámites ante el organismo ejecutivo, dividido en 61 instituciones.

Por último, destacamos la transformación digital de la SAT, tanto en el sistema informático aduanero, como en las planillas electrónicas. Si bien es un trabajo que merece muchas críticas respecto a sus fallos, es un paso en la dirección correcta.

Obstáculos a la gobernanza digital:

Para finalizar, podemos mencionar que no todo sería un camino en el parque. Existen obstáculos reales para la implementación de dichos sistemas en nuestro medio.

  • La transformación de puestos de trabajo.

Donde hay una oportunidad de lucro, hay alguien dispuesto a realizar esa tarea. En el caso de Guatemala, podemos mencionar a los famosos tramitadores. Entre más observemos la transformación del estado a tecnologías digitales, esos puestos de trabajo se vuelven obsoletos. Es por este motivo que puede llegar a existir resistencia a adoptar un gobierno digital.

  • Establecer interoperabilidad de las dependencias del estado.

Cuando hablamos de este cambio, necesitamos lograr la conexión de bases de datos de las diferentes dependencias del estado. Solo mediante esta operación en conjunto los tramites en verdad podrán ser realizados con celeridad. Caso contrario, solo estaremos mudando la lentitud física, al espacio digital.

  • Capacitación continua y empoderamiento de los ciudadanos.

De nada nos serviría tener el sistema más sofisticado para gobierno digital, si dentro de las políticas de la gobernanza digital no nos enseñan como usarlos. Por ende, la capacitación y recapacitación a la población para usar los sistemas es sumamente necesario.

  • Escoger alianzas público-privadas efectivas.

El estado, no importa si es o no digital, sería incapaz de desarrollar por sí solo todas las tareas necesarias para asegurar la dirección, operación, mantenimiento y control de las tecnologías innovativas para el desarrollo. Por ende, se requerirá de la creación de alianzas estratégicas de lo público-privado, para asegurar que actores civiles puedan realizar estas tareas. Debemos asegurar que las mismas se desarrollen en un ámbito de transparencia para evitar que mudemos un sistema imperfecto, pero algo funcional, en uno que brille, pero no funcione.

Los mismos deben de realizarse en vigilancia constante para asegurar su debido mantenimiento y requieren de personas capacitadas para su operación.

  • Adecuación presupuestaria.

Se vuelve innecesario decirlo, pero esta transformación cuesta muchísimo dinero. Por ende, es necesario que se tengan los fondos suficientes para poder realizar dicha tarea, sino se obtiene una cantidad correspondiente, recibiremos sistemas de calidad inferior que causaran mayores problemas en el sistema. 

  • Asegurar la información.

No es lo mismo tener un expediente en un archivador de una dependencia del estado, que tenerlo en una plataforma digital. Se requerirá de un adecuado manejo de la información, políticas de confidencialidad y constante monitoreo para evitar que se le de mal uso a la información confidencial de los ciudadanos. 

Tomando en cuenta los posibles obstáculos futuros, esto evidencia que los siguientes gobiernos de turno tendrán una obligación de diseñar una efectiva gobernanza digital. No se trata solo de prometer que todo es en línea, sino que debemos obtener un plan de trabajo, con opciones de adquisición de ordenadores, prestadores de servicio se nuble, eficientes medios de defensa contra taques digitales, la capacidad de capacitar a la población, etc. 

Esto para que, una vez implementado el gobierno digital, pueda cumplir sus objetivos, descongestionar los trámites y asegurar una valoración publica a dicho servicio. Como población no merecemos menos que eso.

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