La globalización, las crisis económicas y el reciente surgimiento de nuevas potencias económicas han ido desplazando poderes de aquellos a los que siempre hemos estado acostumbrados a ver ejercer el dominio.
Es necesario hacer un análisis desde distintas vertientes, como la política, la economía y por supuesto, la cultura para entender el por qué Occidente está perdiendo la influencia que mantenía hasta inicios del siglo XXI. Su influencia llegó al punto máximo luego de la Segunda Guerra Mundial, en donde los Estados Unidos y aliados se alzaron con la victoria, a excepción de la extinta URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Nación con la que Estados Unidos se vería envuelto en una serie de competencias armamentísticas, espaciales y por supuesto, enfrentamientos indirectos en donde naciones influenciadas por ambos pensamientos su curtían en combates bélicos que, para colmo, los principales financistas de los conflictos eran las superpotencias antes mencionadas.
Occidente durante varios siglos tuvo gran presencia en el continente africano, extrayendo parte de sus recursos para beneficio propio, dejando como herencia inestabilidad política y económica. Evidenciado en los 9 golpes de Estado que ha sufrido la región solo en los últimos 3 años, siendo Gabón la última nación en sufrirlo, específicamente el 28 de agosto del 2023.
No obstante, el más relevante es el ocurrido en Níger, en donde una junta militar decidió anular el proceso electoral que permitiría la reelección del presidente para un tercer mandato. La junta militar ordenó la expulsión del embajador francés. Al mismo tiempo, miles de manifestantes exigen que la base militar presente desaloje a los 1,500 soldados franceses apostados en el lugar.
Níger, al igual que Burkina Faso y Malí, fueron colonias francesas que se volvieron independientes, pero la influencia francesa es tan latente que el idioma oficial de las 3 naciones es el francés. Además, las distintas bases militares que la nación europea mantiene en el lugar.
Francia no es la única nación colonialista que ha perdido influencia en sus excolonias. Reino Unido ha tenido que aceptar que las colonias manifiesten su deseo de independizarse, este es el caso como de Belice, Jamaica, Granada y Bahamas. Aunque su independencia no signifique un cambio radical dentro de la gobernanza de estos países, simbólicamente es un golpe duro para la Commonwealth (“Comunidad de Naciones” traducido al español).
Culturalmente, Occidente se ha visto afectado por la migración ilegal, proveniente de países con crisis en las cuales Occidente ha tenido influencia. Cientos de miles de personas ingresan a la Unión Europea en calidad de refugiados, ocasionando un choque entre las culturas occidentales, con las del Oriente medio o con las africanas que, a su vez, genera incomodidad entre los sectores más conservadores.
Estados Unidos no se queda atrás con el tema de la migración ilegal, luego de décadas en las que se dedicaron a impulsar regímenes y golpes de Estado en las naciones centroamericanas y sudamericanas, para evitar la influencia del comunismo en la región, hoy tienen que lidiar con caravanas de migrantes mientras que el techo de endeudamiento del país se ve sobrepasado, conduciendo al gigante norteamericano a una crisis económica tan seria como la ocurrida en el 2008.
Pese a todo lo mencionado con anterioridad:
¿Por qué ha resonado tanto la pérdida de influencia occidental en el mundo?
La respuesta es una sola: Los BRICS.
¿Qué son los BRICS?
Los BRICS es un foro político y económico conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, todas potencias emergentes que buscan conformar un frente a su contraparte, el G7.
En la XV Cumbre de los BRICS, llevada a cabo en Johannesburgo, se comunicó que 6 naciones se estarían integrando al bloque económico, siendo estos:
- Argentina
- Irán
- Egipto
- Emiratos Árabes Unidos
- Arabia Saudita
- Etiopía.
El crecimiento de un bloque económico del cual varios miembros no están en sintonía con la influencia occidental, no solo debilita sus corrientes políticas y poder dentro de las regiones que durante décadas mantuvieron, también debilita su poder económico. Con China a la cabeza como la economía más grande del mundo y los países de Medio Oriente como los principales productores de petróleo en el mundo, Occidente tendrá que buscar nuevas maneras de mantener presencia en las regiones que les han ayudado a mantener su poder.
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Osmar Gamboa
Estudiante de Ciencia Política en la Universidad de San Carlos, apasionado por las culturas e historias.