La “Agenda 2030” y otros medios para adoctrinar

Las teorías de conspiración han existido a lo largo de la historia de la humanidad civilizada, alimentando relatos maravillosos que han capturado la imaginación de la gente, desde las mujeres acusadas de brujería en la Edad Media, hasta las teorías más modernas sobre presidentes reptilianos. En la actualidad, estas creencias populares incluyen la ocultación de extraterrestres o la idea de que la élite mundial es parte del Nuevo Orden Mundial.

Estas narrativas espectaculares son el combustible para debates prolongados y la creación de leyendas urbanas en foros web. Las teorías de conspiración no tienen prejuicios ideológicos y se extienden tanto a la derecha como a la izquierda política, como lo demuestra el argumento de la izquierda de que los ataques a las Torres Gemelas fueron obra del propio George Bush.

Lo que hace a las teorías de conspiración tan cautivadoras es que en ocasiones han demostrado ser ciertas. Casos como Irán-Contra, en el que la administración estadounidense de Ronald Reagan vendió armas a un país enemigo, Irán, para financiar a un grupo armado anti-sandinista en Nicaragua, o el notorio caso MK Ultra, en el que la CIA llevó a cabo experimentos para controlar y manipular las mentes de las personas durante varias décadas, son solo algunos ejemplos. Con estos antecedentes, las posibilidades son infinitas para desarrollar teorías de conspiración aún más elaboradas y convincentes.

Fuente: Getty Images

Estas teorías rara vez son discutidas en los noticieros convencionales, debido a que se consideran demasiado fantásticas para la transmisión en masa. A menudo, sólo se abordan en programas temáticos sobre ocultismo y temas relacionados. Sin embargo, la difusión de estas teorías en internet es menos regulada y permite la creación de foros en línea donde se pueden exponer estos casos sin censura. Con la explosión de las redes sociales como Facebook y Twitter, la información puede llegar a cualquier lugar del mundo en cuestión de segundos. Lo que antes era una creencia marginal con unos pocos seguidores en línea, ahora puede convertirse en una fuente importante de creencias y de construcción de identidad y discurso político. Es en este contexto en el que entra la Agenda 2030, la cual está muy presente en las decisiones políticas en todo el mundo.

La Agenda 2030 es básicamente los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que son objetivos globales que fueron establecidos en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015. Las mismas contemplan objetivos tales como:


  1.     Fin de la pobreza
  2.     Hambre cero
  3.     Salud y bienestar
  4.     Educación de calidad
  5.     Igualdad de género
  6.     Agua limpia y saneamiento
  7.     Energía asequible y no contaminante
  8.     Trabajo decente y crecimiento económico
  9.     Industria, innovación e infraestructura
  10. Reducción de las desigualdades
  11. Ciudades y comunidades sostenibles
  12. Producción y consumo responsables
  13. Acción por el clima
  14. Vida submarina
  15. Vida de ecosistemas terrestres
  16. Paz, justicia e instituciones sólidas
  17. Alianzas para lograr los objetivos

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU están diseñados para ser accesibles y fáciles de entender, ya que están sintetizados en su sitio web oficial. Sin embargo, como con cualquier acuerdo multilateral, es difícil para los países cumplirlos debido a la falta de prioridad y voluntad política. A pesar de que los ODS incluyen temas polémicos como la educación sexual y la equidad de género, no abogan por un gobierno central mundial ni la coacción de las libertades individuales. El ODS 3, Salud y Bienestar, es el objetivo que se critica con mayor frecuencia, en particular el 3.7, que busca garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluyendo la planificación familiar y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y programas nacionales. Aunque este objetivo puede estar vinculado a debates sobre el aborto, no impone la planificación familiar y, por lo tanto, solo puede ser objeto de discusión y no de imposición.

Fuente: Organización de las Naciones Unidas.

¿Por qué generan tanta polémica los ODS? En gran parte, porque son utilizados para crear una narrativa de terror. En una época donde los derechos y las libertades individuales están en constante evolución, donde las mujeres tienen más libertad sobre sus cuerpos y la diversidad sexual comienza a dejar de ser un tabú, los cambios siempre generan temor dentro de la población más conservadora. La incapacidad de comprender lo que está sucediendo tan rápidamente y por qué lo que antes era condenado ahora no lo es, lleva a la población a buscar explicaciones rápidas. Es aquí donde entran en juego las teorías de conspiración. Para muchas personas, la libertad de las mujeres para decidir sobre su cuerpo solo puede ser el resultado de un genocidio planeado por el Nuevo Orden Mundial para reducir la población mundial. Parece un argumento sacado de una película de ciencia ficción, pero para muchos es una creencia ferviente en todo el mundo.

Se puede entender que haya resistencia hacia los ODS, ya sea por preocupaciones operativas o por un deseo de mantener la soberanía nacional y ciertas prácticas, especialmente en lo que se refiere al cambio climático. También es posible que un país con una mayoría conservadora se oponga a la educación sexual. No obstante, en muchos casos se ha descontextualizado y demonizado a los ODS, llegando al punto de vincularlos como un instrumento de control masivo.

Las teorías conspirativas han sido aprovechadas por políticos y figuras públicas para impulsar sus agendas. En momentos de baja aceptación, el gobierno de Giammattei ha optado por un discurso provida y pro-familia, declarando a Guatemala como la capital Provida de Iberoamérica. En febrero de este año, un grupo de diputados, muchos de los cuales han sido señalados por corrupción, organizaron un foro sobre “la agenda globalista en la cultura y política de Guatemala” con un famoso representante argentino de estas corrientes conspirativas. Los candidatos presidenciables también han incluido en sus discursos la promesa de poner fin a la agenda globalista o de ideología de género, mientras que otros tratan de evitar el tema por miedo a dañar su imagen.

Fuente: Portal de recursos para prensa. Gobierno de Guatemala

Irene Córdova Jiménez y Luis Alfonso Durán, nos brindan características sobre las teorías de conspiración.

 

Permite a quienes sostienen estas teorías, disminuir incertidumbre y ansiedad al reducir el espectro de complejidad.

Una retórica altamente persuasiva y conmovedora. Estas compiten en difusión y comprensión con la ciencia.

Fáciles de esparcir y difíciles de erradicar.

Da una visión donde la posición social de desventaja es detentada por fuerzas superiores y poderosas.

Los humanos reconocen o explican parte de la realidad a partir de estas teorías.

Los ODS, desde una perspectiva práctica, son sólo uno de tantos acuerdos internacionales que no se cumplen o se cumplen de manera parcial. No obstante, algunos individuos han visto en ellos una oportunidad para obtener beneficios. Han descontextualizado la supuesta Agenda 2030 y la han utilizado como medio ideológico de adoctrinamiento, tanto así que incluso la población conservadora de izquierda puede sentirse identificada con estas teorías conspirativas. Para muchos, estas ideas son una forma de obtener ganancias económicas a través de la organización de foros e invitaciones internacionales. En algunos países, estos discursos empiezan a perder relevancia; sin embargo, en países como Guatemala, que son conservadores y tienen carencias educativas, estas teorías todavía son relevantes en la vida política cotidiana y seguirán siendo parte del accionar político en estas elecciones de 2023. Abordar estos temas requiere comprensión hacia el otro, sus miedos y reflexiones, y debe hacerse con cuidado, ya que básicamente se trata de un control social ejercido por múltiples actores sociopolíticos.

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