La educación superior y su politización

La Universidad de San Carlos de Guatemala es la única universidad estatal con la que contamos en el país, y hemos visto cómo a lo largo de los años ha ido perdiendo credibilidad ante el pueblo, así como también su nivel académico ha ido descendiendo de a poco, llegando a un nivel tan deplorable en el cual muchos han tenido que tomar la decisión de “migrar” a universidades privadas aún cuando ya han culminado con los cursos para obtener el grado de licenciatura (pensum cerrado).

La Universidad de San Carlos de Guatemala es la única universidad estatal con la que contamos en el país, y hemos visto cómo a lo largo de los años ha ido perdiendo credibilidad ante el pueblo, así como también su nivel académico ha ido descendiendo de a poco, llegando a un nivel tan deplorable en el cual muchos han tenido que tomar la decisión de “migrar” a universidades privadas aún cuando ya han culminado con los cursos para obtener el grado de licenciatura (pensum cerrado).

Tal y como lo estipula la constitución Política de la República: 

“Artículo 82. Autonomía de la Universidad de San Carlos de Guatemala.” La Universidad de San Carlos de Guatemala, es una institución autónoma con personalidad jurídica. 

En su carácter de única universidad estatal le corresponde con exclusividad dirigir, organizar y desarrollar la educación superior del Estado y la educación profesional universitaria estatal, así como la difusión de la cultura en todas sus manifestaciones. Promoverá por todos los medios a su alcance la investigación en todas las esferas del saber humano y cooperará al estudio y solución de los problemas nacionales. 

Se rige por su Ley Orgánica y por los estatutos y reglamentos que ella emita, debiendo observarse en la conformación de los órganos de dirección, el principio de representación de sus catedráticos titulares, sus graduados y sus estudiantes.”

Esto mismo ha hecho que durante muchos años la universidad sea tomada como bastión político para muchas organizaciones, e incluso para autoridades de turno, utilizando su poder e influencia a nivel nacional para poder tener el control de ciertos sectores profesionales, como lo son el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG), así como también el Colegio de Ingenieros y el Colegio de Economistas, Contadores Públicos y Auditores, y Administradores de Empresas de Guatemala. Cabe resaltar que los colegios profesionales tienen representación ante el Consejo Superior Universitario, que es el órgano de mayor representación en la Universidad y está conformado por el Rector, quien lo preside, los decanos de las Facultades, un representante del Colegio de Profesionales egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, que corresponda a cada facultad, un catedrático titular y un estudiante por cada Facultad.

La forma de mantener ese status es graduando a aquellas personas afines a las administraciones de las distintas facultades, pagando favores políticos, y que estos influyan con su voto en los distintos colegios profesionales para poder seguir en los cargos de representación, dándole continuidad a esa cuota de poder que al final de cuentas no solo afecta a los distintos gremios profesionales, sino también al país en general, siendo un claro reflejo de esto el nulo pronunciamiento del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG) ante la problemática que estamos viviendo con esta amenaza a la democracia en las elecciones de este año 2023.

Ha sido tan tedioso el proceso de graduación de muchos estudiantes, que deben tomar la difícil decisión entre seguir intentando graduarse de la Universidad de San Carlos, o irse a una Universidad privada a hacer esas equivalencias y someterse a los exámenes de grado para no seguir los procesos burocráticos a los que se deben someter, aún cuando ya hayan avanzado.

Es penoso ver cómo muchos buenos futuros profesionales ven frustrado el sueño de obtener el título universitario que tanto les ha costado; primero cerrando pensum y luego someterse a los exámenes privados, tesis o el Ejercicio Profesional Supervisado (EPS), pero siempre encontrándose con algún obstáculo en el camino que en muchos de los casos resultando un asunto político. En la mayoría de los casos el problema se da al momento de llegar a la Unidad de tesis, donde no depende tanto del estudiante sino de los “conectes” que estos puedan tener dentro de las distintas dependencias administrativas, porque es ahí donde se ve que un proceso de graduación avanza conforme más vayan aportando económicamente para que se vaya dando prioridad a su expediente.

Y es que la Universidad se volvió política desde que se le otorgó ese poder a la Universidad tener voz y voto para la elección de la Junta Monetaria, Fiscal General, Magistrados, etc; ya que son los decanos de las distintas universidades quienes integran las comisiones de postulación, dejando a un lado la educación y convirtiéndose en su mayoría, en mercaderes de la academia. Siendo la Universidad de San Carlos de Guatemala, una de las más representativas por la cantidad de estudiantes que representa. 

Desde una perspectiva muy objetiva, la única solución de la despolitización de las instituciones que únicamente deberían velar por la academia, porque al final están produciendo muchos “profesionales” con títulos de cartón, pero sin razonamiento o profesionalismo, que únicamente nos estamos llenando de contadores públicos, abogados o ingenieros, que llegan a servirse de las instituciones del Estado, propagándose más así la ya conocida CORRUPCIÓN.

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