Todos los días los seres humanos estamos expuestos a miles palabras que contienen información sobre diversos temas. Ya sea si leemos el periódico en la mañana, escuchamos nuestra emisora preferida o vemos un tiktok informativo, en ese momento somos bombardeados por afirmaciones de personas que seguramente no conocemos, pero que influyen en nuestro pensar y en cómo nos comportamos en la sociedad.
Sin embargo, en muchas ocasiones catalogamos como verdadera la información que recibimos sin haberla analizado a detalle. Asimismo, damos por sentado afirmaciones y argumentos que no nos pertenecen y que le escuchamos decir a alguien más. Las redes sociales han intensificado este problema, puesto que ahora no solo debemos de lidiar con la información que adquirimos en nuestras universidades y en el hogar, sino también con el contenido de los videos de tiktok y de otras redes sociales como Twitter.
La nueva era de la comunicación trae muchos desafíos y uno de ellos es hacerle frente al nuevo servilismo vinculado a la información en redes: “si lo dijo tal medio de comunicación es cierto”, si lo dijo este político o activista no me detendré en analizar los argumentos porque debe ser verdad. Anteriormente, esto únicamente ocurría en las aulas universitarias en donde en ciertos contextos no había oportunidad para cuestionar lo que el docente decía. Actualmente ocurre casi cotidianamente en nuestros celulares, tomando como cierto lo que personas, con sus propios intereses personales, dicen.
Entonces, ¿cómo superar este desafío? La respuesta es fomentar la importancia de cuestionar las cosas y de tener un pensamiento crítico. Esto es imperante principalmente al momento de abordar realidades políticas y sociales, puesto que la complejidad del tema es mayor
Pero, ¿Qué es cuestionar? Básicamente es tener una postura escéptica ante la información que recibimos de terceros, evitando dar por sentado afirmaciones que aún no han pasado por el filtro del análisis y la reflexión de nuestra mente. El acto de cuestionar va entrelazado a un profundo deseo de conocer la verdad y entender lo que sucede a nuestro alrededor. Es por ello que buscamos, ante todo, respuestas congruentes a las preguntas que nos hacemos nosotros mismos y que no nos dejan dormir.
Cuestionarse es un acto de humildad: puesto que ningún individuo lo sabe todo ni es perfecto, lo que queda es construir nuestro propio criterio ante las opiniones de los demás. Claro está, si consideramos que alguien está equivocado o lo que dice no es cierto, no debemos actuar de forma tribal y colectivista, censurando en grupo o actuando emocionalmente contra tal persona, antes debe prevalecer el debate de las ideas y la pluralidad.
Algunas recomendaciones a tomar en cuenta para fomentar el pensamiento crítico y el cuestionarse son:
- Escuchar diferentes puntos de vista y opiniones, evitando bloquear cuentas que opinan distinto a lo que nuestro círculo cercano nos tiene acostumbrados.
- Leer columnas de opinión de diversos medios con el fin de exponernos a análisis distintos sobre un mismo tema o coyuntura política.
- Ir a la fuente, es decir, no quedarnos con lo que alguien nos contó o con ciertas pinceladas de lo que supuestamente dice x o y autor, sino leer el libro, el ensayo, el artículo de opinión, para que nosotros, desde nuestra individualidad, formemos una opinión propia ante ello.
- Por último, tener siempre en claro que los seres humanos actúan con base a intereses y objetivos personales y que, principalmente en la arena política, lo que dicen los políticos y funcionarios tiene un doble significado, es decir, motivos ocultos que no son evidentes a la población. He allí nuestro reto, cuestionar y contraargumentar para construir un mejor país.
Javier Medina
Escritor de las 3 am y fanático del cine que nadie ve. Estudiante de Ciencia Política en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Coordinador Local en Students For Liberty Guatemala y editor para el blog de Eslibertad Latinoamérica. Coordinador de proyectos de la agrupación Política Constructiva y columnista ocasional para el diario La Hora.