Lo que se omite acerca de la coyuntura actual de la USAC

Numerosas han sido las declaraciones de rechazo ante la fraudulenta elección del rector en la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC). Tanto estudiantes, como docentes y profesionales egresados de dicha casa de estudios en redes sociales y a viva voz han manifestado su descontento

Numerosas han sido las declaraciones de rechazo ante la fraudulenta elección del rector en la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC). Tanto estudiantes, como docentes y profesionales egresados de dicha casa de estudios en redes sociales y a viva voz han manifestado su descontento, e incluso organizaciones de sociedad civil, profesionales de otras universidades y figuras políticas se han manifestado en contra de la crisis que aún persiste en la institución. 

Pancartas, toma de instalaciones, repudio por parte de la oposición; estos son solo algunos de los fenómenos que se han suscitado desde el 27 de abril del año pasado, fecha que se tenía estipulada para que los cuerpos electorales, electos por voto directo, eligieran al nuevo representante de la universidad a nivel nacional. Y dichas acciones parecen no acabar. Ninguno de los bandos en conflicto ha intentado ceder a pesar de las consecuencias que genera una universidad cerrada. De momento, el consenso parece no importar y el estudiantado, menos. 

Lamentablemente, la mayoría de estas acciones únicamente son reaccionarias a lo que está viviendo la USAC. Se habla mucho, y con justa razón, de que el modelo de elección es antidemocrático. 

También se crítica y cuestiona porqué en su momento varios cuerpos electorales no fueron avalados, beneficiando al candidato Walter Mazariegos, incluso se pide que se vuelva a repetir el proceso desde cero, a fin de que se llevé a cabo una elección más transparente y legítima. Estoy seguro que todas estas demandas nacen de buenas intenciones frente a lo que vive mi casa de estudios. No obstante, no se centran en el problema principal: el que la USAC sea parte del sistema político guatemalteco.

Este texto tiene como objetivo cambiar un poco la tónica de la conversación en torno a dicha casa de estudios, a fin de visualizar el fenómeno no desde el sentimentalismo o la simpatía con uno u otro grupo, sino con una mirada crítica del sistema, pero sobre todo propositiva ante el futuro.

USAC y su relación con la política

Antes de pasar a la crítica, se debe tener un poco de contexto y entender la relevancia de estas elecciones. Para empezar, la USAC legalmente posee una gran injerencia en el sistema político guatemalteco y en la toma de decisiones de carácter público del país. Es importante mencionar que dicha universidad es la única en el mundo que puede presentar iniciativas de ley ante el Órgano Legislativo (DIGI, 2014). Aunado a ello, la USAC posee una gran influencia en numerosas instancias del Estado, entre las que se puede mencionar la junta monetaria, el instituto Nacional de Estadística o los Consejos de Desarrollo en sus diferentes niveles. 

Pero esto no queda acá. La guinda del pastel se encuentra en las famosas comisiones de postulación. Elecciones como las de magistrados a la Corte de Constitucionalidad en donde la USAC, haciendo uso del privilegio que ostenta frente a las demás universidades del país, elige a cierta cantidad de personas para que dirijan tales instituciones. Esto se replica en elecciones como las de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) o el Tribunal Supremo Electoral (TSE) las cuales, a pesar de incluir a las universidades privadas, aún mantienen un claro favoritismo a la universidad pública.

Si el sistema es corrupto, la USAC también

Ahora bien, debemos entender que todos estos espacios en donde interviene la USAC son como la ventana de una casa: por medio de la ventana se puede tener un panorama del exterior e incluso se puede interactuar con personas y objetos que están afuera de la casa (una mascota en un patio por ejemplo), pero así como esto sucede de adentro hacia afuera, también puede ocurrir de forma inversa, es decir, de afuera de la casa hacia adentro. En el contexto de la universidad esto significa que el sistema político, dígase el gobierno, los grupos de presión, sectores con intereses perversos e incluso comunidad internacional pueden impactar a lo interno de la casa de estudios e intenten utilizar la universidad para sus propios fines.

Esto es lo que ha sucedido desde la creación de la constitución de 1985. Y es que La USAC, lejos de representar la calidad educativa en el país o el pensamiento crítico, se ha vuelto un espacio codiciado por personajes que en nada tienen que ver con la academia y que dada la injerencia que tiene a nivel nacional en numerosos espacios públicos, se ve más como una plataforma para beneficiar intereses propios y no precisamente los del estudiante. 

Y esta es la crítica principal: más allá de que en esta coyuntura nos encontremos en contra de la actual administración, o que nos indignemos, al igual que mi persona lo ha hecho con el ilegítimo rector Walter Mazariegos, debemos de enfocarnos en el problema de fondo, es decir, en los incentivos y en la gran influencia que el puesto de rector posee a nivel político. Esto es, lamentablemente, lo que no se está hablando sobre la USAC

Cambiemos la conversación

Entonces ¿Cuál es la solución puntual a todo esto? de manera general, la solución sería una reforma tanto constitucional como de otras leyes del país para que la USAC vuelva nuevamente a ser una entidad enfocada en la academia y no posea la injerencia política que actualmente tiene. De esta manera se podrá evitar que la misma se inmiscuya en terrenos que no le corresponden, específicamente el de la elección de cargos a nivel nacional. 

Esto significa cerrar la ventana de una buena vez, haciendo alusión a la metáfora de párrafos anteriores. Asimismo, tales reformas blindarán a la USAC en futuras elecciones, ya que en el sistema actual es muy difícil que un rector se enfoque en cosas que realmente le importen al estudiante, como es el caso de la calidad educativa, la infraestructura, la agilización de procesos burocráticos, las oportunidades de becas o pasantías y un sinfín de cuestiones que varían dependiendo de la carrera y el contexto.

Todo apunta que el tema de la USAC seguirá dando de qué hablar durante este año. Mi última reflexión es que como ciudadanos estemos alerta. Al fin y al cabo, gracias a esa influencia que ostenta la única universidad pública del país, la elección a rector no solo debe interesarle a los estudiantes y egresados de dicha casa de estudios, sino que a toda la población guatemalteca. Así que estemos atentos, pero sobre todo enfoquémonos en poner sobre la mesa esas reformas que sí podrían rescatar a la USAC de las mafias. Esperemos no sea tarde.

Referencias

De León Arana, J., & Ponce Chavarría, R. (2014). Mapa de poder y representaciones de la USAC ante cuerpos colegiados en el Status Quo de Guatemala a mayo de 2014 [PDF]. Dirección General de Investigación -USAC-. Recuperado de: https://digi.usac.edu.gt/edigi/mapa-de-poder-y-representaciones-de-la-usac.html

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