No quiero ir a la escuela, pero… ¡soy la maestra!

Bueno, hasta el día de hoy después de algunos o muchos años en la docencia, he llegado a una conclusión, a veces ¡NO QUIERO IR A LA ESCUELA! y no, no es por limpiar moquitos durante la mañana, escuchar casi 100 veces al día la palabra “seño” o tener calma cuando los escolares de edad inicial lloran por casi dos horas y las estrategias o técnicas para calmarlos no dan resultado, o bien, los papis y mamis preguntan en el chat casi que 3 veces o más lo que recién se explicó, bueno no es nada de eso lo que a una maestra le agota.

Realmente se nos olvida que superpoderes en definitiva, no tenemos, que existen otras situaciones personales y si, como todos en esta vida adulta… pero, nosotros, los docentes vivimos y estamos al servicio o cuidado de otros seres humanos. Nuestra energía se proyecta  y en ocasiones somos ese lugar seguro para muchos peques.

Cuidar de nuestra salud mental debería ser un requisito fundamental para todos en los ámbitos a desarrollarse y ejercer. Últimamente, he reconocido a nivel personal que estar bien y reconocer muchas emociones en mí, me permite ayudar a mis pequeños a canalizar y entender muchas de las emociones que surgen.

Tengo días de “bajón”, me siento triste, cansada, frustrada y eso no implica que no ame mi trabajo, pero ser maestro a veces se siente como el no tener derecho a estar “mal” porque nuestros pequeños dependen de nosotros. Reconocer que cada niño nos aporta una dosis de energía es vital para no decaer e intentar cada día mejorar a nivel personal y profesional.

El otro día en tiktok veía un video en el que decía “mis niños me han visto en mis peores momentos, tras una ruptura, tras un duelo, en enfermedad y etc.” y sin saberlo son quienes nos mantienen a flote.

y bueno, después de romantizar mi ámbito laboral, también está lo divertido y caótico: en la escuela los niños, después de ser superhéroes, esconden la refacción, empujan en la fila, comen goma o moquitos, no quieren prestar juguetes, entre hermanos o primos se pelean, cuentan los secretos de mamá o papá, cuentan chistes, dicen mentiras piadosas, son competitivos, están los extrovertidos, los tímidos, los que quieren ser cargados por la maestra… pero a todo esto, cantan, bailan, ríen, aprenden, enseñan a los más pequeños y sobre todo aman mucho ¿se imaginaban todo esto en preescolar? Pues cada día se vive una aventura diferente y aunque ¡no quiera ir a la escuela! SOY LA MAESTRA. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You May Also Like
Leer más

¿Con cuánto tiempo de anticipación debo de avisar mi renuncia?

A lo largo de nuestras vidas, la mayoría hemos pasado por este escenario. Ya sea por diversas causas, crecimiento profesional, económico, nuevos retos, entre otros. Sin embargo, al estar cerca de poder dar la noticia a nuestros superiores, entran varias cuestionantes. Una de ellas es, ¿cuál es el tiempo de anticipación con el que debo de avisar?, acompáñanos en este artículo en el cual te explicaremos a grandes rasgos como se establece en el marco legal de nuestra República.
Leer más
Leer más

Esta es la historia de Kenya Cuevas

Recientemente, escuché un podcast donde la invitada fue Kenya Cuevas y conforme avanzaba el episodio, solo podía pensar en la importancia de compartir y visibilizar historias como la suya. Esto para que podamos abrir espacios de diálogo donde hablemos de temas fuertes, pero necesarios para avanzar como sociedad.
Leer más