¿Qué tienen en común las ultimas tres pandemias de Coronavirus?

Los coronavirus son un gran grupo de virus que infectan a muchos animales y seres humanos. Son responsables de numerosas enfermedades. Se los denomina así por las proteínas en forma de espiga dispuestas como una corona en la superficie de sus membranas. Algunos coronavirus humanos suelen provocar enfermedades del tracto respiratorio superior, como el resfriado común.

Los coronavirus son un gran grupo de virus que infectan a muchos animales y seres humanos. Son responsables de numerosas enfermedades. Se los denomina así por las proteínas en forma de espiga dispuestas como una corona en la superficie de sus membranas.

Algunos coronavirus humanos suelen provocar enfermedades del tracto respiratorio superior, como el resfriado común. Las únicas enfermedades humanas graves conocidas causadas por coronavirus son el SARS, el MERS y la COVID-19, y probablemente todas ellas tienen origen zoonótico (enfermedades infecciosas transmitidas naturalmente de animales hacia el ser humano).

Las últimas tres pandemias causadas por coronavirus comparten los siguientes elementos:

Murciélagos: Los murciélagos son reservorios naturales, así como vectores, de numerosos microbios que pueden infectar tanto a animales como a seres humanos. El contacto entre murciélagos y otros seres vivos, permite la transmisión de diferentes especies de microorganismos patógenos, lo que puede dar origen a nuevos brotes de diversas enfermedades. 

Se ha planteado la hipótesis de que la mayor parte de las recientes pandemias de enfermedades por coronavirus se han originado inicialmente en murciélagos. En ellos se han encontrado más de 200 nuevos coronavirus, y probablemente son la fuente y los huéspedes naturales de todos sus linajes y variantes. Las diferentes especies de murciélagos albergan al menos  61 virus potencialmente zoonóticos. Estos virus son resistentes, pueden recombinarse, y propagar muchas zoonosis graves debido a sus particulares características fisiológicas (los murciélagos son los únicos mamíferos capaces de volar), ecológicas e inmunológicas.

Pero no todo lo relacionado a estos seres vivos es malo, estos mamíferos voladores prestan numerosos servicios ecosistémicos, como son la polinización de las flores y la dispersión de las semillas de cientos de especies de plantas, y ademas de eso tambien ayudan a controlar las poblaciones de insectos y plagas.

Intensificación de la agricultura y aumento de la demanda de proteína de origen animal: Estos brotes de enfermedades coronavíricas se han asociado a una rápida y creciente intensificación de las prácticas de consumo, que pueden ser explicadas fácilmente por el incremento per cápita de carne, leche y huevos de origen animal que son necesarios para satisfacer las necesidades de una población global creciente y cada vez mas demandante.

Los nuevos coronavirus también son asociados con el desmedido aprovechamiento de especies silvestres, las prácticas comerciales y la intensificación de la cría, caza y comercio legal/ilegal  de especies salvajes. Adicionalmente dentro de esta categoría podemos mencionar: 

Mercados tradicionales: Tanto el SARS-CoV como el SARS-CoV-2 se han asociado con los mercados informales tradicionales o los mercados de productos frescos también denominados “mercados mojados” En ellos se vende carne fresca, pescado y otros productos agrícolas perecederos. En algunos de estos mercados informales se venden aves de corral vivas y otros animales domesticados; muchos venden productos acuáticos (peces y mariscos) y diversas especies de animales silvestres. En estos mercados tradicionales los productos pueden proceder de muchos lugares diferentes, como es el caso de las especies exóticas provenientes de otras regiones del planeta.

Existe el consenso general de que los mercados informales pueden ser epidemiológicamente peligrosos, sobre todo los que venden animales domésticos y silvestres vivos o muertos, o aquellos con cuentan con una higiene deficiente. No obstante, la opinión de los expertos difiere en cuanto a si los mercados de animales vivos deben regularse de manera más estricta, mejorarse gradualmente con la aceptación de los vendedores, o prohibirse por completo a fin de reducir el riesgo de transmisión de enfermedades. 

Cabe señalar que la regulación estricta de los alimentos ha demostrado ser difícil en contextos de mala gobernanza, y que la prohibición de productos deseados a menudo provoca un desplazamiento hacia el mercado negro. 

Los mercados informales de productos tradicionales o frescos reportan numerosos beneficios para las personas, como los precios bajos, la facilidad de acceso, la disponibilidad de los productos frescos y los alimentos tradicionales preferidos, las oportunidades de generación de ingresos para las mujeres, la independencia de los trabajadores y su atractivo para los turistas. No obstante, estos deben sopesarse con los beneficios más amplios para la humanidad (incluida la población local) en materia de prevención de brotes de enfermedades y pandemias mundiales.

Lo ideal sería encontrar soluciones que preserven los beneficios de los mercados tradicionales y al mismo tiempo mitiguen sus riesgos.

Elevado costo económico: Los tres brotes recientes de coronavirus humanos (MERS, SARS y COVID-19) han presentado una tasa de mortalidad relativamente baja en la población humana en comparación con epidemias históricas (algunas de los cuales causaron la muerte de hasta el 90% de las poblaciones afectadas) y una letalidad relativamente alta en comparación con los resfriados o la gripe estacional; asimismo, han ocasionado alteraciones sociales intensas.

Las tres ultimas pandemias por coronavirus (SARS, MERS, COVID-19) han tenido un elevado costo económico. El Fondo Monetario Internacional estimó que en los últimos dos años las pérdidas de producción acumuladas debido a la pandemia de COVID-19 podrían estar cerca de los  9 billones de dólares.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *



Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad de su autor. Revista Telégrafo firme con su compromiso de promover el pensamiento crítico y libertad de expresión en la sociedad guatemalteca, brinda espacios abiertos, auténticos y sin filtros para que personas de distintos sectores de la sociedad puedan expresarse, sin embargo, la publicación de este artículo no supone que el medio valide su argumentación o la verdad de sus conclusiones.
You May Also Like
Leer más

El suicidio: un problema de salud pública

La base de datos que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre defunciones da cuenta de más de 10 mil suicidios en los últimos 35 años. Es decir, en promedio 312 personas decidieron quitarse la vida anualmente en Guatemala, desde 1986 hasta 2019, según las boletas de defunción que procesan los registros civiles, antes en las municipalidades y desde 2006 en el Registro Nacional de las Personas (RENAP) pero sin duda no es una cantidad sumamente específica.
Leer más