La política guatemalteca se ha vuelto un negocio rentable con el paso del tiempo. Una manera perfecta de generar riqueza a costa del esfuerzo de millones de personas. La pobreza, desnutrición, violencia, migración y desempleo se vende como una forma de vida “normal”, donde el culpable es el pueblo porque no quiere salir de su condición de miseria y el candidato promete solucionar todos esos problemas.
La apertura de centros comerciales no debe ser traducido a desarrollo, trabajar más de ocho horas y seis días a la semana no es un trabajo digno, ser estudiante universitario no debería ser un lujo. Al contrario, el desarrollo implica:
- Educación de calidad a todo nivel
- Servicios públicos adecuados
- Empleo remunerado adecuadamente
- Salud accesible y segura
- Adquirir una vivienda
- Comer los tres tiempos de comida
Lo anterior es el desarrollo que necesitamos. El Estado no es el dador absoluto de todo, sino que al menos el presidente/ta debe de cumplir sus funciones constitucionales y no cometer actos en contra de un pueblo.
Es de urgencia nacional crear un perfil de candidato. Debemos enlistar problemas sociales que consideremos importantes de atender y verificar como lo abordan desde su plan de gobierno, alguien que no mencione conocer la realidad sino que también haya pasado hambre, penas e incertidumbre como un ciudadano guatemalteco promedio.
Los candidatos y las candidatas idóneos deberían estar obligados a criticar, razonar, proponer y actuar. Debe ser eliminado de nuestro vocabulario el pensamiento: “votar por el menos peor”. Al contrario, debemos cuestionar e informarnos sobre las ofertas políticas. Debería ser de importancia para todos y todas, ya que no decidimos para cuatro años sino que tomamos una decisión sumamente importante para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes del país.


Hace falta más propuestas, empatía, conocimiento de la realidad, transparencia y sobre todo, capacidad por parte de los partidos políticos y sus candidatos. Debemos seguir creyendo en que la situación de nuestro país podrá mejorar. Guatemala nos necesita atentos, curiosos y sobre todo activos ante coyuntura llena de inconsistencias.
El candidato o la candidata más idóneo es aquel que no mezcla la religión y la política partidista. En cambio, es aquel que no promete aplicar planes de seguridad de otros países o que usa los bienes del Estado, sino que demuestra capacidad en base a conocimientos fundamentados en su trayectoria, deben regirse a las leyes de nuestro país, desde campaña su política se notará la calidad profesional que será frente al poder.


"Uchuq'ab' Tinimit Chwimeq'ena' are ri K'axk'ol"
Una frase en idioma maya k´iche´ que traducida al español quiere decir: “El poder del Pueblo de Totonicapán está en el servicio” (48 cantones de Totonicapán).
Guatemala debería tener funcionarios que brinden un servicio de calidad y con vocación. No debemos confiar en aquellos candidatos o candidatas que ofrecen ser distintos, pero carecen de credibilidad. No buscamos funcionarios perfectos sino ciudadanos comprometidos.
La organización comunitaria de Totonicapán ha demostrado valentía, unión y sobre todo servicio al pueblo por muchos años, siendo algunos criterios que podríamos tomar en cuenta al momento emitir el sufragio. Recordemos que no elegimos cuatro años de gobierno sino la forma en que nuestras vidas van a ser conducidas. Aquellos que coloquemos en el poder deben tener presente que se deben a un pueblo históricamente dañado.
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Esvin Elías
Estudiante de Trabajo Social en la Universidad San Carlos de Guatemala, joven maya K'iche, comunicador y defensor de D.D.H.H.