Un amor de aquellos

Y si ya hicimos lo más difícil que fue encontrarnos, porque no hacemos ahora lo más sencillo: no perdernos nunca. Amor de mi vida, que esto sea nuestro, mientras nos alcancen los años, en esta y en otras vidas.

Al amor de su vida lo encontrarán perdido en aquella esquina, en la estación de bus o cruzando la calle en aquel café. Al amor de su vida lo encontrarán vagando por las calles, subiendo al avión o en medio del tren.

Hay amores que hacen fácil amar, soñar y no despertar. Hay amores que te recuerdan que la vida es un instante, pero a su lado es eterno.

Hay amores que te rodean de luz, te hacen sentir calor hasta en el día más frío y te traen felicidad de solo recordarlo.

Aquellos que te inspiran un mensaje de “buenos días”, o de los que te roban un suspiro en cada recuerdo durante el día.
Para muchos, un amor perfecto es un amor lejano, en vano y olvidado, tortolo e impaciente. Buscan al amor hasta en el rincón más lejano, pero a veces están frente a ellos como el sol de verano.

En ti vi el brillo de la luna adornado en cada estrella. Y es que el amor no debe ser una ilusión, más bien, realista, aunque fantasioso.
El amor es puro, es alegre. Es retador pero regocijante, cambiante y andante.
Para todos es una fantasía, porque no lo ven y apenas lo viven, pero para mí, este amor tiene escrito tu nombre.

Porque pienso en ti a cada instante, y se nubla un momento el sentido común. Está escrito en cada letra, rima con tu nombre y de melodía lleva el sonido de tu voz.

Hay amores perdidos, de sueños escondidos, de ilusiones vagas, de encuentros fortuitos.
Hay amores pacientes, alegres y fuertes que, en el mismo sentido, se complementan entre sí.

Hay amores que te recuerdan que amar es sencillo, que lo que es, será, así sin más. Ese amor que combina con tu mirada, que adorna tu sonrisa en cada carcajada. Dibuja tu figura y te recorre lentamente, porque el amor, como tú, se siente tan real.

Hay amores de esos únicos, que una vez en la vida los tienes y no los debes dejar ir. Amores puros, amores sinceros, desde el sueño más profundo o el anhelo más real.


Al amor de tu vida lo encontrarás con fortuna, de esa misma que tuve, al encontrarme junto a ti.
Eres un amor único y sincero, de los pocos que espero, un amor de aquellos, eternamente para mí.

Y si ya hicimos lo más difícil que fue encontrarnos, porque no hacemos ahora lo más sencillo: no perdernos nunca. Amor de mi vida, que esto sea nuestro, mientras nos alcancen los años, en esta y en otras vidas.

José Guerra

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