Las condiciones desiguales entre hombres y mujeres no son un tema nuevo. La lucha de las mujeres por obtener igualdad, tampoco es algo nuevo. No es una tendencia ni mucho menos una forma de “querer llamar la atención” como muchos afirman. Remontemonos en la historia, específicamente al 8 de marzo de 1857, cuando las mujeres que trabajaban en la industria textil organizaron una huelga.
¿Qué buscaban estas mujeres? Buscaban que hubiera salarios justos y condiciones laborales más humanas. Sin embargo, la policía decidió silenciarlas.
Y las condiciones siguieron iguales, pero fue una de las primeras manifestaciones y sin duda, marcaron un precedente. Más adelante, en 1909 fue la huelga que se conoce como “de las camiseras de Nueva York o levantamiento de las 20,000”.
En esta huelga de carácter laboral participaron mujeres inmigrantes de origen europeo y de familias judías que trabajaban en Nueva York en las fábricas textiles de camisas. Fue liderada por la rusa Clara Lemlich y apoyada por la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres de América. Según los historiadores, la huelga comenzó el 23 de noviembre de 1909 y en febrero de 1910 se hizo una especie de trato con los dueños de algunas fábricas. Las mujeres buscaban:
- Mejora en los salarios
- Mejores condiciones laborales
- Reducción de la jornada laboral
Aunque la huelga general fue suspendida el 15 de febrero de 1910, algunas protestas continuaron hasta el siguiente año. Es ese trágico suceso que todos hemos escuchado en alguna ocasión.
En 1911, 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist, de Nueva York, Estados Unidos. Ellas habían se habían declarado en huelga con permanencia en el lugar de trabajo. Nuevamente, buscaban reducción de su jornada laboral y un salario igual al que recibían los hombres, quienes hacían exactamente las mismas actividades. El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para presionar a las mujeres a que desistieran. No obstante, el resultado fue la muerte de las obreras que se encontraban en el interior.
De acuerdo al informe de los bomberos, una colilla mal apagada que estaba en el basurero de tela fue lo que causó el incendio. La mayoría de mujeres saltaron a la calle desde los pisos más altos del edificio y murieron por quemaduras, asfixia o lesiones por impacto.
Esto, sin duda, marcó un antes y un después en la lucha de las mujeres. Tanto así que los movimientos (grandes o pequeños) continuaron y en 1975 finalmente la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió promulgar de manera oficial el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Además de las mujeres mencionadas anteriormente, también debemos reconocer a otras figuras como:
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No obstante, las mujeres continuamos en la lucha por igualdad de condiciones. Y aunque han habido increíbles avances y muchas tenemos privilegios sociales, económicos y culturales, las brechas siguen siendo abismales entre hombres y mujeres.
Y el movimiento 8M busca evidenciar esas brechas, busca darle voz a las mujeres que ya no están, porque América Latina es de las regiones con mayores índices de feminicidio.
Busca evidenciar lo que es ser acosada, lo que es sufrir una violación sexual, lo que es ser víctima de abuso físcico. No olvidemos que 1 de cada 5 mujeres sufre violencia física o sexual.
O lo que es sufrir desigualdad económica o discriminación diariamente.
Pretende ser un espacio por y para mujeres, un espacio en donde se pueda evidenciar todo lo que implica ser mujer en una sociedad machista. Y recordar que actualmente, una mujer no se va a callar lo que piensa y siente, no se hará pequeña para encajar en un lugar donde resaltan los hombres, se permite disfrutar de su sexualidad y busca poder tomar decisiones sobre su cuerpo sin tener que pedirle perdón, y mucho menos permiso a alguien más.