Últimamente hemos escuchado y observado en noticieros del país la cantidad de personas que lamentablemente fallecen, entre ellas, mujeres con alerta Isabel-Claudina y otras que ni siquiera se logra colocar la denuncia de desaparición y son encontradas sin vida.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el año 2020 hubo un total de 1,563 mujeres desaparecidas con y sin denuncia de desaparición. Y en el año 2021 una entidad humanitaria denominada Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) determinó que la violencia contra la mujer se “incrementó” un 31% entre el mes de enero al mes de agosto del año antes mencionado.
Pero, ¿Conoces si existe una ley que regule este tema?
En Guatemala existe la LEY CONTRA EL FEMICIDIO Y OTRAS FORMAS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Decreto Número 22-2008 del Congreso de la República de Guatemala, en esta ley podemos encontrar regulados los delitos y penas considerados violencia contra la mujer. Además, podemos encontrar definiciones que nos permiten ampliar el término VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, ¿Por qué ampliar? Porque la violencia contra la mujer no solo puede ser física, sino también psicológica lo cuál podemos encontrar regulado en el artículo 3 literal “m” y determina que las amenazas con objeto de intimidar, controlar, menoscabar su autoestima es considerada violencia psicológica.
El no permitir que la mujer tenga disponibilidad de uso y goce sobre bienes materiales que le pertenecen, es violencia contra la mujer, regulado en el artículo 3 literal “k”. Y podemos mencionar otros tipos de violencia como la sexual y física que son las más comunes,
La violencia psicológica es tan sutil, que la víctima no se da cuenta en qué momento sucede, pero personas a su alrededor sí. Por ejemplo: opiniones “inofensivas” pero su fin es humillar a la víctima, controlar excesivamente el itinerario de la mujer, el chantaje para causar miedo y tener mayor control sobre la víctima. Las consecuencias que genera este tipo de violencia son baja autoestima, aumento de estrés, déficit de productividad en el trabajo y en el ámbito académico.
Ya que el hombre que la violenta, ya sea de manera física, psicológica, verbal, sexual, económica entre otras, genera una relación de codependencia, dónde sus vidas se ven sumamente afectadas.
Todas y todos debemos luchar por un ambiente más agradable para nosotras como mujeres, enseñando en casa desde el más pequeño, lo que es el “RESPETO”, aprender a “PONER LÍMITES” que es una de las principales causas por las cuales se llega a caer en la manipulación, chantaje, etc.